Oración de los elementos
1 día Aire
Padre Misericordioso, en este día venimos a ti quienes elevamos
nuestra plegaria para que Tu Luz restaure el equilibrio de nuestra Madre
Tierra. Te pedimos Señor desde el fondo de nuestra alma, que te apiades de
nosotros, que Tu misericordia y compasión bañen nuestro planeta con Tu Amor y
Tu Luz, para que purifique, restaure y limpie el aire de nuestras majestuosas
montañas nevadas, el aire de nuestras inmensas planicies, el aire de nuestras
sosegadas playas, el aire de nuestras populosas ciudades.
Toca los corazones de todos nosotros, Tus Hijos, para que
despertemos y tomemos conciencia de Tu invaluable regalo, para que nuestras
acciones nos lleven a cuidar con vehemencia el incalculable tesoro de Tu
creación. Para que pongamos de nuestra parte para no contaminar el aire que
respiramos, para que los líderes y las personas responsables de las empresas
que en todo el planeta contaminan nuestro aire, con sus desechos tóxicos,
despierten y actúen para remediar el daño causado a nuestro cielo.
Permite que el canto de las aves, las canciones de cuna, el tierno llanto de los recién nacidos, las sublimes notas musicales, Tu Aliento Sagrado, que respira en cada uno de nosotros, puedan seguir cabalgando en la pureza del viento hasta el final de Tus tiempos Señor.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
Permite que el canto de las aves, las canciones de cuna, el tierno llanto de los recién nacidos, las sublimes notas musicales, Tu Aliento Sagrado, que respira en cada uno de nosotros, puedan seguir cabalgando en la pureza del viento hasta el final de Tus tiempos Señor.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
Día 2 Elemento Agua
Padre Misericordioso, en este día venimos a ti quienes elevamos
nuestra plegaria para que Tu Luz restaure el equilibrio de nuestra Madre
Tierra. Te pedimos Señor desde el fondo de nuestra alma, que te apiades de
nosotros, que Tu misericordia y compasión bañen nuestro planeta con Tu Amor y
Tu Luz, para que purifique, restaure y limpie el agua de nuestros mares, ríos,
cascadas, lagos y lagunas, glaciares, pozos, manantiales y ríos subterráneos.
Permite Señor que los peces, las ballenas y delfines, los caballitos de mar,
las medusas y todas Tus criaturas que habitan en los mares y ríos de nuestro
planeta también sean bañados con la Luz y la fuerza sanadora de Tu Amor.
Permítenos despertar de nuestra indolencia, de nuestro egoísmo,
y toca nuestros corazones y nuestras mentes. Haznos ver que todos somos Uno,
Hijos bendecidos de Tu creación, y que el daño que permitamos a la naturaleza
será devuelto a nosotros. Ayúdanos a ver el agua en su real dimensión como
fuente de vida, para que la valoremos y la respetemos cuidando de ella.
Ilumínanos para cuidar de nuestros ríos, que eliminemos el uso de
contaminantes, desechos industriales, aguas negras y que la humanidad destine
su ingenio y su inteligencia a encontrar formas de purificar de nuevo nuestros
recursos hídricos.
Te rogamos especialmente porque la lluvia fresca y renovadora
caiga sobre los lugares que en el mundo están muriendo de sed. Que los ríos y
quebradas vuelvan a llenarse de agua cantarina y pura; que purifique y bañe
toda la Tierra a su paso. Que llueva abundantemente Señor y una vez más, que
retorne el equilibrio y la armonía naturales a nuestra Madre Tierra.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
Día 3 Elemento Tierra
Padre Misericordioso, en este día venimos a ti quienes elevamos
nuestra plegaria para que Tu Luz restaure el equilibrio de nuestra Madre
Tierra. Te pedimos Señor desde el fondo de nuestra alma, que te apiades de
nosotros, que Tu misericordia y compasión bañen nuestro planeta con Tu Amor y
Tu Luz, para que purifique, restaure y limpie nuestros bosques, que cese la
tala inmisericorde de los árboles, protege nuestras selvas, montañas, colinas,
planicies y valles. Que la flora y fauna que los habite también sea sanada,
restaurada y purificada. Bendice los cultivos de nuestros alimentos, que
volvamos a emplear semillas que respeten Tu creación. Bendice las flores, los
pinos, los pastos y el musgo, las abejas, las luciérnagas y los colibríes.
Toca los corazones de todos nosotros, Tus Hijos, para que despertemos y tomemos conciencia de Tu invaluable regalo, para que nuestras acciones nos lleven a cuidar con vehemencia el incalculable tesoro de Tu creación. Que cese la minería inmisericorde con nuestra Madre Tierra, que las mentes ambiciosas y sedientas de riqueza salgan de su ignorancia y entiendan que es mil veces más valioso proteger y respetar la naturaleza que las cicatrices incurables que le estamos dejando a nuestro planeta. Que su ambición desmedida cese, que salgan a la luz y sean utilizadas otras fuentes de energía, que ya existen y que honran Tu creación. Que se acabe, de una vez por todas la extracción de petróleo, ¡la sangre de la Tierra!, la cual es reemplazada de manera despiadada, por ríos enteros con sus criaturas.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
Toca los corazones de todos nosotros, Tus Hijos, para que despertemos y tomemos conciencia de Tu invaluable regalo, para que nuestras acciones nos lleven a cuidar con vehemencia el incalculable tesoro de Tu creación. Que cese la minería inmisericorde con nuestra Madre Tierra, que las mentes ambiciosas y sedientas de riqueza salgan de su ignorancia y entiendan que es mil veces más valioso proteger y respetar la naturaleza que las cicatrices incurables que le estamos dejando a nuestro planeta. Que su ambición desmedida cese, que salgan a la luz y sean utilizadas otras fuentes de energía, que ya existen y que honran Tu creación. Que se acabe, de una vez por todas la extracción de petróleo, ¡la sangre de la Tierra!, la cual es reemplazada de manera despiadada, por ríos enteros con sus criaturas.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
Día 4 Fuego
Padre Misericordioso, en este día venimos a ti quienes elevamos
nuestra plegaria para que Tu Luz restaure el equilibrio de nuestra Madre
Tierra. Te pedimos Señor desde el fondo de nuestra alma, que te apiades de
nosotros, que Tu misericordia y compasión bañen nuestro planeta con Tu Amor y
Tu Luz, para que bendigas el fuego en nuestro hogar, en nuestros templos,
sinagogas, mezquitas, santuarios, iglesias, capillas y en todo lugar donde se
invoque Tu presencia y Tu Luz Señor. Bendice y equilibra el fuego ígneo de
nuestro planeta, el fuego de los volcanes, sana nuestra Madre Tierra para que
con Tu Amor recupere de nuevo su armonía y serenidad.
Toca los corazones de todos nosotros, Tus Hijos, para que
despertemos y tomemos conciencia de Tu invaluable regalo, para que nuestras
acciones nos lleven a cuidar con vehemencia el incalculable tesoro de Tu
Creación. Permite que Tu Llama, Tu Fuego Divino se avive en nosotros Tus Hijos,
que resplandezca y guíe nuestros caminos, nuestro entendimiento, nuestras
mentes, nuestras decisiones y nuestro destino.
Que así sea, así es, así será y HECHO ESTÁ.
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